domingo, 23 de octubre de 2011

Summer Night



Amanecí entre suaves bostezos  y me asusté.
No eran picaduras de abeja, ni siquiera de mosquito;
lo que en mi piel había tatuado eran picaduras de amor.
¿Quien habría revoloteado esa noche entre mis sabanas?
¡Ah, eras Tú! Ahora vienes a mi cama
 para encontrarte conmigo de nuevo,
vienes a acurrucar tu abrigo entre mis brazos y decirme
"aquí me quedo".

No hay comentarios:

Publicar un comentario