Tropiezas con la realidad, corres tras un sueño...
jueves, 3 de noviembre de 2011
Pero no es un adiós
Fin del día, él se marcha.
le acompañé hasta la parada del autobús para la vuelta a su casa y me costó tanto. Me cuesta despedirme a besos porque sé que le cogería de la mano y le diría " quédate, quédate, quédate por favor...un día más". Sería tan fácil la vida si no hubiesen tantos kilómetros de por medio entre nosotros dos. No me he de quejar puesto que me consuela verle cuando se puede, pero cuando se va, ya nada es igual.
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