miércoles, 13 de junio de 2012

Un corazón más grande que la luna.

Tuvo que explotar para que me diera cuenta de que no podía perderle por nada del mundo. 
Si él caía, yo lo hacía junto a él.





Tuvo que detonar la bomba en mil cachitos para que me salpicase y así abrir mis ojos de una vez. Yo suplicaba atención de la que me sobraba, yo pedía, y pedía y reprochaba. Hablaba de abrir lo ojos, pero eran los míos los que estaban cerrados. 
Él me necesitaba, me necesitaba más que nunca. Él necesitaba esa atención de hogar, de sentirse cálido y arropado, de ser amado. Su hogar es mi hogar, un lugar en cada hueco de mis brazos, y el calor es el amor que guardo en cada uno de mis abrazos. No quiero vivir, no quiero pasar los días sin saber si estará bien. Quiero que sea feliz, conmigo. Cuando estamos juntos, solo somos uno. Sus problemas son mis problemas, y sus alegrías son también las mías. Sinceramente, después de todo este tiempo, nunca pensé que estaríamos aquí, nunca pensé que estaríamos así.

"Te amo mucho más de lo que puedas imaginar, Te amo mucho más de lo que algún día sabrás".




No hay comentarios:

Publicar un comentario