La brújula que me guía.

En mi mapa perdí el norte, en mi mapa perdí el sur,

me sentía sola, hasta que llegaste tú;

océanos en mi memoria se desbordaban

de saber que el camino no encontraba,

pues en el desierto la flor no apreciaba.

Siento como el viento se lleva las cenizas del pasado,

siento mi corazón corrompido, sí querido,

pues mi corazón por completo has incendiado.

Amor mío, solo te pido que te quedes siempre conmigo,

sé mi más cálido abrigo.

Solo eso te pido.