Cuando la tormenta viene, viene de repente, sin aviso. Raramente vemos cuándo se avecina la catástrofe y no importa lo bien que tratemos de prepararnos para ello.
Lo hacemos lo mejor posible, pero a veces no es lo bastante bueno.
Eso no quiere decir que nuestra vida quede anclada. Las cosas malas llegan de repente, sí, pero olvidamos que a veces así también es como llegan las cosas buenas.
"Todas las vidas necesitan reescribirse"
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