viernes, 10 de mayo de 2013

"Vous avez mon coeur"




El me mantuvo la mano cogida mientras conducíamos por las calles desiertas como dos fieras enloquecidas, iniciando algo que parecía un sueño.
El mundo zumbaba a nuestro alrededor como si fuéramos miembros del público de un espectáculo musical. Veía sus ojos en los míos y alrededor de nosotros el ambiente se hacía silencio, las luces, sus colores, ya no existían. Toqué sus labios, pequeños, con los míos. Él era cálido como la luz del sol, suave como la mañana y con un corazón de acero. Él era como fuego ardiendo en hielo.

Desperté a la mañana siguiente y estiré los brazos, abatida cuando no toqué otra cosa que la fría almohada. Una leve hendidura en el colchón junto a mí era la prueba de que lo que había sucedido había sido real. Todavía podía sentir dónde me besó, dónde sus dedos se aferraron a mis manos.

Todavía le anhelo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario