Tropiezas con la realidad, corres tras un sueño...
domingo, 25 de marzo de 2012
Ni un día sin ti puedo estar ya.
Esta noche el cielo estaba muy alto como para alcanzarlo y rozarlo con las yemas de mis diminutos dedos. Me hallaba sola en mi triste cama y con un hueco vacío entre mis brazos. No podía dormir, mi mente solo estaba allá donde él estuviese.
Añoraba y extrañaba todo él, la manera en la que entrelazaba sus dedos junto a los míos, su cálido aliento perfumando mi cuello y la forma en la que me hundía hacia el interior de su regazo manteniendo me a salvo.
Si la vida se mide por los pequeños momentos que te hacen sentir tan grande que sea así SIEMPRE.
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me encanta.. que bonito (:
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