miércoles, 1 de febrero de 2012

Si pudiese expresarme como en verdad me gustaría, sería todo tan fácil...



Quiero pasar el resto de mi vida  junto a él, él es el hombre de mi vida y a pesar de nuestros malos momentos y algunas malas pasadas, como lo más normal en cualquier pareja; sería, haría y daría todo por él, solo quiero lo mejor y hacerle feliz como nadie lo ha echo nunca. 
Seguro que estará ya dormidito, bajo ese edredón donde al pasar algunas noches a la semana con él, le observaba al dormirse siempre un rato antes que yo, y aprovechaba ese instante para acurrucar mi cuerpo con el suyo, piel con piel, para sentir su calor...y agarraba y me aferraba a sus suaves manos frías, frotándolas con mi pecho. Me da tanto que pensar y recordar esos maravillosos momentos a solas, como las miles de cosas que me gustan de él, y la de veces en las que me a impresionado sin yo siquiera esperarme lo...y me invade la tristeza cuando me reclama que yo no valoró sus detalles, y no es así, no lo grito a los cuatro vientos pero si que lo tengo en cuenta. Una vez me desperté y vi que había desaparecido de la cama y como no, como si se tratase de un abrir y cerrar de ojos, apareció con una bandeja repleta de un exquisito desayuno que había preparado él mismo, me quedé sin palabras, asombrada, estaba soñando con alguna película¿? fue genial, siempre tuve esa fantasía desde chiquitilla y él la cumplió, el único que realizó mi fantasía. También sin dejarlo atrás, me  dijo una mañana.."anda vístete, nos vamos a desayunar fuera", no me lo esperaba nada, ya que él le gusta salir bien poco, o al menos cuando estoy yo, pero nos vestimos y al acabar de desayuna y tal, me llevó a dar un paseo por un parqué en el que yo ya había estado pero sabía que era genial y que quería que lo viese, y fuimos, los dos cogidos de la mano, pasando un buen rato y una buena mañana, pero yo en realidad me quedé con las ganas de haber ido a otro parque que él ya me comentó que era estupendo y grandisimo, pero me dijo que al final nada y me desilusionó un poco (no soy una caprichosa, pero me dejó con el gusanillo...) de vuelta pasamos por la ruta de la playa, esa que tanto me gusta, él sabe que me encanta la playa y me hizo el gusto sin ni siquiera decírselo y llegando ya, se paró frente al parque que me dijo y menuda sorpresa para mí, menuda mañana y menudo él!! era mi cumpleaños, a que venía todo?? no venía a nada, simplemente es así, un amor de hombre que me impresiona sin yo darme cuenta de nada :$
Pero dejemos los detalles que a tenido conmigo porque si no, no acabaría en toda la noche, hablemos de lo mucho que me gusta él en sí. Me gusta cuando le dan los ataques de risa esos tan raros que le dan sin venir a cuento y se pone rojo, rojo como un tomate!! o cuando su sonrisa es serena y repleta de felicidad y en ella, se le marcan unos pequeños hoyuelos en sus blanditos mofletes. Me gusta como me observa y me aparta el pelo y lo acaricia escondiéndolo detrás de mi oreja, o cuando me susurra cosas bonitas y me entran unas ganas de comérmelo a besos. Adoro cuando se pone serio y le salen esas palabras que parecen tan sinceras, que me recuerdan a la primera vez que hablé con él. Quiero que sea la última persona con la que hable antes de dormirme por las noches y la primera que me salude al empezar la mañana, quiero abrir mis ojos al despertar y encontrármelo frente a mí... Me gusta oler su perfume en mi ropa después de pasar el día con él y no despegarme de ella para mantenerme embriagada en su perfume hasta perder el olfato...
Le añoro tanto, que por más que escriba todo lo que me gusta y siento por él, nunca acabará convenciéndose de lo mucho que le amo, que yo no soy nada si no está conmigo. Él es el abrigo que me arropa en esta maldita felicidad que me recorre de pies a cabeza.

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