viernes, 23 de septiembre de 2011

Paralized


Esta vez no me importa cuanto llueva en la mañana. Aunque el cielo se caiga sobre nuestras cabezas en óxido, no me importa. Hoy no será aquel  melancólico día por el que pasaba horas y horas sentado de brazos cruzados, con la pupila clavada en la ventana, envuelto en una sábana y viendo como el tiempo se paralizaba justo en ese mismo momento, encontrándome totalmente alborotado por recordar tristes recuerdos del pasado que ya en su período fueron más que ahogados. Pues este día  reconfortante es mi mañana, cálido mi despertar y poseo todo cuanto pudiera desear. Sin preocupaciones en las que pensar, pues en un barco de papel lancé todo a la mar.

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